domingo, 13 de abril de 2014

DOMINGO DE RAMOS



 Cristo, a pesar de su condición divina, 
no hizo alarde de su categoría de Dios;
 al contrario, se despojó de su rango 
y tomó la condición de esclavo,
 pasando por uno de tantos. 
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
 se rebajó hasta someterse 
incluso a la muerte, 
y una muerte de cruz. 

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; 
de modo que al nombre de Jesús 
toda rodilla se doble en el cielo,
 en la tierra, en el abismo, 
y toda lengua proclame: 
Jesucristo es Señor, 
para gloria de Dios Padre. 
Filipenses 2, 6-11














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